Migrantes en EE.UU.: El Miedo a Perder la Ciudadanía Afecta Gravemente su Salud Física y Mental, Advierte la UNAM

Una preocupante realidad emerge en la comunidad migrante en Estados Unidos: el temor constante a perder su estatus migratorio y la ciudadanía está teniendo un impacto devastador en su salud física y emocional. Esta alarmante situación ha sido puesta de manifiesto por destacados catedráticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes advierten sobre las consecuencias a largo plazo para la población migrante y la sociedad en general.
El estrés crónico y la incertidumbre: La amenaza de deportación, las restricciones migratorias y los cambios en las políticas de inmigración generan un estrés crónico en los migrantes. Este estrés constante se manifiesta en problemas de salud como ansiedad, depresión, trastornos del sueño y enfermedades cardiovasculares. La incertidumbre sobre el futuro familiar y laboral también contribuye a un estado de angustia permanente.
Impacto en la salud física: El estrés emocional y la ansiedad pueden debilitar el sistema inmunológico, haciendo a los migrantes más susceptibles a enfermedades infecciosas. Además, la falta de acceso a servicios de salud adecuados, debido a barreras económicas o legales, agrava aún más su situación. Muchos migrantes evitan buscar atención médica por miedo a ser detectados y deportados, lo que retrasa el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
Salud mental en crisis: La experiencia migratoria, ya de por sí desafiante, se ve exacerbada por la presión de mantener un estatus legal en un entorno hostil. La discriminación, el aislamiento social y la pérdida de redes de apoyo familiar y comunitario contribuyen a problemas de salud mental como la depresión, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el abuso de sustancias. La falta de recursos para acceder a servicios de salud mental asequibles y culturalmente sensibles dificulta aún más la recuperación.
La advertencia de la UNAM: Los catedráticos de la UNAM enfatizan la necesidad urgente de abordar esta problemática. Argumentan que la salud de los migrantes es un asunto de salud pública que afecta a toda la sociedad. Proponen políticas migratorias más justas y humanas, así como el fortalecimiento de los servicios de salud accesibles y culturalmente apropiados para la comunidad migrante.
Un llamado a la acción: Es imperativo que las autoridades, las organizaciones de la sociedad civil y la comunidad en general se unan para proteger la salud y el bienestar de los migrantes en Estados Unidos. La implementación de políticas que promuevan la inclusión, la igualdad de acceso a la salud y la protección de los derechos humanos es fundamental para construir una sociedad más justa y equitativa.
La salud de los migrantes no es solo un problema individual, sino un desafío colectivo que requiere una respuesta integral y coordinada.