El Día que Vargas Llosa Rompió su Amistad con García Márquez: La Verdad Detrás del Puñetazo en México
La rivalidad literaria entre Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez es una de las más legendarias de la literatura latinoamericana. Pero detrás de las discusiones sobre técnicas narrativas y premios, se esconde un incidente impactante: un puñetazo propinado por Vargas Llosa a García Márquez en un cine de México el 12 de febrero de 1976. Este evento, que sacudió al mundo literario, marcó el fin de una profunda amistad y dio inicio a una enemistad que perduraría por años.
¿Qué llevó a este acto impulsivo?
La historia se remonta a la colaboración en la creación de una revista literaria ambiciosa llamada 'Nueva Estrella'. García Márquez, ya reconocido por 'Cien años de soledad', era la figura principal, mientras que Vargas Llosa, con su creciente prestigio, aportaba su visión y talento. La revista, concebida como un faro de la literatura latinoamericana, rápidamente se vio envuelta en problemas financieros y editoriales. Vargas Llosa, preocupado por la gestión de García Márquez y por la dirección que estaba tomando la revista, comenzó a expresar sus inquietudes.
La gota que derramó el vaso
El detonante del incidente fue la decisión de García Márquez de publicar un cuento de Jorge Isaacs, 'María', sin la debida autorización de los herederos del autor. Vargas Llosa consideró esta acción como una falta de ética y profesionalismo, una traición a los principios que habían guiado la creación de la revista. La discusión, que comenzó de manera acalorada, escaló rápidamente hasta que Vargas Llosa, en un arrebato de ira, golpeó a García Márquez en la cara.
El impacto y las consecuencias
El puñetazo, presenciado por varias personas, se convirtió en un escándalo de proporciones internacionales. La noticia corrió como la pólvora, alimentando las especulaciones y los comentarios sobre la relación entre los dos escritores. La amistad, ya tensa, se rompió irremediablemente. 'Nueva Estrella' cerró sus puertas poco después, dejando tras de sí un legado de frustración y decepción.
Un legado de rivalidad
Aunque ambos escritores continuaron cosechando éxitos individuales, la sombra del incidente de México siempre estuvo presente. La rivalidad se intensificó, manifestándose en entrevistas, artículos y comentarios públicos. No fue hasta muchos años después, en 2016, que Vargas Llosa finalmente rompió el silencio y ofreció una disculpa pública a García Márquez, reconociendo la gravedad de su acto.
El puñetazo de Vargas Llosa a García Márquez es un recordatorio de que incluso las relaciones más sólidas pueden verse afectadas por la ambición, el ego y las diferencias de opinión. Es una historia que ha cautivado a generaciones de lectores y que sigue generando debate y reflexión sobre la naturaleza de la amistad, la rivalidad y el poder de la literatura.