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Como bien sabes, los paseos son una parte fundamental de la rutina de cualquier perro. Les permiten hacer ejercicio, socializar, explorar su entorno y liberar energía acumulada. Sin embargo, en verano, la temperatura elevada y la exposición al sol pueden convertir estos momentos de disfrute en una fuente de riesgos. Por eso, es crucial tomar precauciones adicionales para proteger a tu compañero peludo.

• Golpe de Calor: Es una emergencia veterinaria grave. Los perros no sudan como los humanos, por lo que regulan su temperatura jadeando. Evita pasearlos en las horas centrales del día (entre las 12:00 y las 16:00) y asegúrate de que siempre tengan acceso a agua fresca y sombra.
• Quemaduras Solares: Al igual que nosotros, los perros pueden sufrir quemaduras solares, especialmente en zonas con poco pelo como la nariz, las orejas y el abdomen. Utiliza protectores solares específicos para perros en estas áreas.
• Parásitos: Pulgas, garrapatas y mosquitos son más activos en verano. Consulta a tu veterinario para mantener a tu perro protegido con tratamientos preventivos.
• Intoxicaciones: Algunas plantas, alimentos y productos de limpieza pueden ser tóxicos para los perros. Asegúrate de que no tengan acceso a ellos durante los paseos y ten especial cuidado con lo que comen.
• Superficies Calientes: El asfalto, la arena y el cemento pueden alcanzar temperaturas peligrosamente altas, quemando las almohadillas de las patas de tu perro. Evita caminar sobre estas superficies en las horas de más calor o utiliza calzado protector.

• Horarios de Paseo: Pasea a tu perro temprano por la mañana o al final de la tarde, cuando las temperaturas son más frescas.
• Hidratación: Lleva siempre contigo agua fresca y un cuenco para que tu perro pueda beber durante el paseo.
• Sombra: Busca zonas con sombra donde tu perro pueda descansar y protegerse del sol.
• Protección Solar: Aplica protector solar en las zonas sensibles de su cuerpo.
• Revisa su Pelaje: Después de cada paseo, revisa cuidadosamente el pelaje de tu perro en busca de pulgas, garrapatas o cualquier otra anomalía.
• Atención a las Señales: Presta atención a las señales de alerta de golpe de calor (jadeo excesivo, babeo, debilidad, vómitos) y busca atención veterinaria inmediata si las observas.

Si observas cualquier cambio en el comportamiento de tu perro, como letargo, falta de apetito, vómitos, diarrea o dificultad para respirar, consulta a tu veterinario lo antes posible. Un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden marcar la diferencia en la recuperación de tu mascota.

Con un poco de precaución y planificación, puedes disfrutar de un verano inolvidable con tu perro. ¡Recuerda que su seguridad y bienestar son lo más importante!