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Las plantas de agave, famosas por ser la base del tequila, también son expertas en retención de agua, prosperando en condiciones de sequía extrema. Gracias a la espectroscopía de terahertz, los investigadores descubrieron cómo las agaves almacenan agua en estructuras especializadas de las hojas y utilizan fructanos como esponjas moleculares para conservar la humedad. Este descubrimiento no solo puede ayudar a entender mejor cómo estas plantas resisten la sequía, sino que también puede tener implicaciones para el desarrollo de estrategias de conservación del agua en la agricultura y la jardinería. La investigación sobre la tolerancia a la sequía de las agaves puede conducir a avances en la producción de cultivos resistentes a la sequía y la conservación de recursos hídricos, lo que es especialmente importante en regiones afectadas por la sequía y el cambio climático.